viernes, 14 de enero de 2011

¿Sabes por qué me gustaban las conversaciones contigo? ¿Por qué me encantaban tus mensajes? Porque escribías alargando las palabras, y puede que sea una estupidez adolescente; pero el hecho de que hilaras mas de cuatro frases seguidas y gastases tu tiempo en algo para mi, me hacia sentir muy bien. Recuerdo esas noches, que me quedaba despierta solo para hablar contigo, acurrucada en la cama; tus palabras se enroscaban alrededor mío y me daban calor. Y yo creía, que estabas ahí, justo a mi lado. Ahora solo quiero que te vuelvas a reír de mi, que me llames tonta y me digas que no tengo solución. Lo daba todo por volver al pasado donde ninguno sentía nada y nada era suficiente. Quiero volver a sentir que te abrazaría hasta el fin de los tiempos. Quiero que dejes de contestarme con monosílabos. Y tengo miedo de preguntarte, por temor a que me respondas que todo fue una equivocación. Que aquel día ibas muy borracho y no sabias lo que decías. Y solo tengo una certeza: se que nada volverá a ser igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario